Patricia Fernández, en La luna en verso, nos presenta una obra donde la Luna se convierte en el hilo conductor, cargada de simbolismo. La poesía en este libro se alimenta de los ciclos de vida, muerte y renacer, con la Luna siempre presente como testigo del duelo y como símbolo de la aceptación del cambio. A través de este elemento, la autora aborda tanto la melancolía y la pérdida como la esperanza y la renovación. Las imágenes recurrentes del agua y el mar refuerzan la fluidez y el cambio constante, aspectos clave en la poética de Fernández, profundamente influenciada por la vida y obra de Federico García Lorca.

El poemario también resalta por su exploración de tres arquetipos femeninos: la Anciana, la Mujer y la Niña, que se entrelazan en un espacio simbólico que celebra el ciclo vital. Estos arquetipos están conectados con elementos esenciales como el útero, el agua y el mar, símbolos poderosos de creación y transformación. Con estas imágenes, Fernández invita al lector a reflexionar sobre el paso del tiempo y el inevitable poder del cambio, capturando tanto la belleza como el dolor inherentes a este proceso. La influencia de Lorca se hace sentir en la manera en que la autora articula estas imágenes simbólicas, creando un universo poético lleno de profundidad y emoción.