Tras su álbum debut Tiene que ser para mí (2022), Natalia presenta su esperado segundo trabajo de estudio, N2STAL5IA, con el que inaugura una etapa más introspectiva, madura y atemporal en su carrera. Con una producción que pone en primer plano la voz, el relato y el espacio, la artista propone un giro emocional y sonoro que rehúye la inmediatez y abraza la pausa, la honestidad y la vulnerabilidad. N2STAL5IA funciona como una reflexión musical desde la brecha de los veinticinco años, ese lugar en el que ya no somos quienes fuimos, pero todavía no sabemos del todo en quién vamos a convertirnos.

El título, que juega con la palabra “nostalgia” y el número “25” como guiño generacional, condensa el espíritu del álbum: un viaje emocional a través del apego, el desamor, la pérdida, la amistad y las relaciones que nos moldean en plena mitad de los veinte. Las catorce canciones transitan con naturalidad entre el pop atmosférico y un R&B introspectivo, salpicado de paisajes electrónicos y silencios significativos que dejan respirar cada historia.

Fruto de un proceso de búsqueda y reconciliación personal de tres años, N2STAL5IA reúne composiciones escritas entre Madrid y México, donde Natalia experimenta y expande su propio lenguaje sonoro sin perder la esencia pop que la define. La artista vuelve a colaborar con el productor Pau Riutort y suma a grandes aliados creativos como Barry B, Gara Durán, Andry Kiddos o Diego 900.

Las colaboraciones terminan de dibujar el mapa emocional del disco: Un castigo, junto a Jesse Baez, aporta calidez y sensualidad en uno de los duetos más íntimos del proyecto; Te enamoraste, con BEA1991, refuerza el carácter atmosférico de uno de los cortes clave; mientras que Mal de dos con Natt Calma y UnDosTres con Nilusi amplían el universo del álbum desde dos sensibilidades distintas pero profundamente conectadas.

La dirección creativa del proyecto corre a cargo de Alfredo Santamaría (gothic sport), quien traduce visualmente esta nueva etapa emocional y sonora de Natalia.